martes, 17 de febrero de 2009

Los mejores años



La fisioterapia permite prolongar la autonomía en los ancianos


La fisioterapia se ha constituido como un elemento complementario a la medicina, que adquiere una gran importancia en la salud de los ancianos, ya que ayuda a mantener y potenciar su autonomía. A las técnicas más tradicionales de fisioterapia como son las manuales y la electroterapia se suman otras como la balneoterapia y la hidroterapia, de demostrados efectos positivos, en los estudios realizados con personas mayores y cuya práctica cada vez está más difundida, si bien el sistema nacional de Salud, todavía no la ha incluido en todas sus aplicaciones.

Gracias abuelitos lindos por existir…

Esclerosis múltiple



Qué es?
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad que afecta a la mielina o materia blanca del cerebro y de la médula espinal, provocando la aparición de placas escleróticas que impiden el funcionamiento normal de esas fibras nerviosas. La mielina es una sustancia grasa que rodea y aísla los nervios, actuando como la cobertura de un cable eléctrico y permitiendo que los nervios transmitan sus impulsos rápidamente. La velocidad y eficiencia con que se conducen estos impulsos permiten realizar movimientos suaves, rápidos y coordinados con poco esfuerzo consciente.
Causas
Es posible que el daño causado a la mielina en la EM se deba a una reacción anormal del sistema inmunológico del cuerpo, que normalmente le defiende contra organismos invasores (bacterias y virus). Muchas de las características de la EM sugieren que se trata.

de una enfermedad de origen autoinmune, que hace que el cuerpo ataque sus propios tejidos y células. Esto provoca, con el paso del tiempo, la aparición de lesiones de desmielinación y, posteriormente, cicatrices (placas) en distintos puntos del sistema nervioso central. La desmielinación puede afectar a zonas diversas del sistema nervioso central y la distinta localización de las lesiones es la causa de la variabilidad y multiplicidad de los síntomas (trastornos motrices, sensitivos, del lenguaje, del equilibrio, viscerales, etc...).

Síntomas
En general, la esclerosis múltiple es una enfermedad de adultos jóvenes, la edad media de aparición es 29-33 años, pero la gama de edades de aparición es muy amplia, aproximadamente desde los 10 a los 59 años.
• Cansancio
• Visión doble o borrosa
• Problemas del habla
• Temblor en las manos
• Debilidad en los miembros
• Pérdida de fuerza o de sensibilidad en alguna parte del cuerpo
• Vértigo o falta de equilibrio
• Sensación de hormigueo o entumecimiento
• Problemas de control urinario
• Dificultad para andar o coordinar movimientos
Al principio, los brotes en forma de alguno de estos síntomas se dan más a menudo y el paciente se recupera de ellos con mayor rapidez. Otras veces la enfermedad tarda mucho en mostrarlos. La mayoría de personas con EM experimenta más de un síntoma y, si bien hay algunos muy comunes, cada paciente acostumbra a presentar una combinación de varios de ellos, cuyas posibilidades pueden ser:
• Visuales: Visión borrosa, visión doble, neuritis óptica, movimientos oculares rápidos e involuntarios, pérdida total de la visión (rara vez).
• Problemas de equilibrio y coordinación: Pérdida de equilibrio, temblores, inestabilidad al caminar (ataxia), vértigos y mareos, torpeza en una de las extremidades, falta de coordinación.
• Debilidad: Puede afectar en particular a las piernas y al andar
• Rigidez muscular: El tono muscular alterado puede producir rigidez muscular (espasticidad), lo cual afecta.
• También son frecuentes espasmos y dolores musculares.
• Sensaciones alteradas: Cosquilleo, entumecimiento (parestesia), sensación de quemazón, otras sensaciones no definibles
• Habla anormal: lentitud en la articulación, palabras arrastradas, cambios en el ritmo del habla.
• Fatiga: un tipo debilitante de fatiga general que no se puede prever o que es excesiva con respecto a la actividad realizada (la fatiga es uno de los síntomas más comunes y problemáticos de la EM)
• Problemas de vejiga e intestinales: necesidad de orinar con frecuencia y/o urgencia, vaciamiento incompleto o vaciamiento en momentos no apropiados; estreñimiento y, rara vez, pérdida del control de esfínter (incontinencia)
• Sexualidad e intimidad: impotencia, excitación disminuida, pérdida de sensación placenteras ensibilidad al calor: el calor provoca muy frecuentemente un empeoramiento pasajero de los síntomas - Trastornos cognitivos y emocionales: problemas con la memoria a corto plazo, la concentración, el discernimiento o el razonamiento
• Prevención
• La causa de la enfermedad es, por el momento desconocida, por lo que no es posible su prevención. Es recomendable realizar visitas periódicas al neurólogo para que haga un seguimiento de la enfermedad, puesto que es él quien mejor puede aconsejar e informar de los tratamientos a seguir en cada fase de la evolución de la enfermedad o de las complicaciones que pueden aparecer.




Tipos
• EM con recaídas o remisiones: En esta forma de EM hay recaídas imprevisibles (exacerbaciones, ataques) durante las cuales aparecen nuevos síntomas o los síntomas existentes se agravan. Esto puede tener una duración variable (días o meses) y hay una remisión parcial e incluso una recuperación total. La enfermedad puede permanecer inactiva durante meses o años.
• EM benigna: Después de uno o dos brotes con recuperación completa, esta forma de EM no empeora con el tiempo y no hay incapacidad permanente. La EM benigna sólo se puede identificar cuando hay una incapacidad mínima a los 10-15 años del comienzo, e inicialmente habrá sido calificada como EM con recaídas o remisiones. La EM benigna tiende a estar asociada con síntomas menos graves al comienzo.
• EM progresiva secundaria: En algunas personas que tienen inicialmente EM con recaídas y remisiones, se desarrolla posteriormente una incapacidad progresiva en el curso de la enfermedad, frecuentemente con recaídas superpuestas.
• EM progresiva primaria: Esta forma de EM se caracteriza por la ausencia de ataques definidos, pero hay un comienzo lento y un empeoramiento constante de los síntomas. Se produce una acumulación de deficiencias e incapacidad que puede estabilizarse en determinado momento o continuar durante meses y años.







Diagnóstico


El diagnóstico de la esclerosis múltiple es esencialmente clínico, no hay pruebas específicas.
Para el diagnóstico de la esclerosis múltiple es esencialmente clínico, no hay pruebas específicas para esta enfermedad y ni una sola es totalmente concluyente. En consecuencia, para pronunciar un diagnóstico de EM se necesitan varios procedimientos, que comprenden las siguientes exploraciones:

• Historia clínica. El médico pide una historia clínica, que incluye el registro anterior de signos y síntomas así como el estado actual de salud de la persona. El tipo de síntomas, su comienzo y su modalidad pueden sugerir EM, pero se necesita un reconocimiento físico completo y pruebas médicas para confirmar el diagnóstico.
• Reconocimiento neurológico. El neurólogo busca anomalías en las vías de los nervios. Algunos de los signos neurológicos más comunes comprenden cambios en los movimientos oculares, coordinación de las extremidades, debilidad, equilibrio, sensación, habla y reflejos.
• Pruebas de potenciales evocados auditivos y visuales Cuando hay desmielinización, es posible que la conducción de mensajes por los nervios se haga más lenta. Los potenciales evocados miden el tiempo que le lleva al cerebro recibir e interpretar mensajes.
• Formación de imágenes por resonancia magnética nuclear La resonancia magnética es una de las pruebas de diagnosis más reciente, que obtiene imágenes muy detalladas del cerebro y la médula espinal, señalando cualquier zona existente de esclerosis (lesiones o placas).

• Punción lumbar. Se extrae el líquido de la médula introduciendo una aguja en la espalda y retirando una pequeña cantidad de líquido para analizar si en él existen anomalías propias de la esclerosis múltiple. Los síntomas iniciales pueden ser pasajeros, vagos y confusos, tanto para la persona afectada como para el médico. Los síntomas invisibles o subjetivos son frecuentemente difíciles de comunicar a los médicos y profesionales sanitarios y, a veces, se pueden considerar como manifestaciones psicosomáticas.
Tratamientos
La recuperación, en esclerosis múltiple, significa que desaparecen los síntomas parcial o totalmente, lo que también puede durar semanas, meses e incluso años. El tratamiento de la esclerosis múltiple tiene tres aspectos, coincidiendo con la finalidad que se persiga:
• Modificar la evolución de la enfermedad. Ante un brote de esclerosis múltiple se suele administrar cortisona. La administración (por vía oral o en inyección) debe realizarse en un centro hospitalario, donde también decidirán la dosis (cantidad) adecuada.
• Aliviar los síntomas. Hay tantos tratamientos como síntomas, y cada enfermo es un caso diferente. Estar en contacto con el neurólogo es la parte más importante del tratamiento. Él indicará cómo mitigar o eliminar los síntomas. Superar las secuelas Después de un brote de esclerosis múltiple, la rehabilitación ayuda a reincorporarse a la vida cotidiana y adaptarse a las nuevas condiciones. Cada fase de la enfermedad necesitará una rehabilitación distinta con profesionales distintos: neurólogos, urólogos, fisioterapeutas, psiquiatras, oculistas, asistentes sociales, psicólogos
• Recursos para enfrentarse a la enfermedad. El enfermo no está solo ni indefenso ante los efectos físicos y psicológicos que tiene la esclerosis múltiple.

enfermedad tratada en fisioterapia


ejercicios en la rehabilitación de la esclerosis múltiple.



EJERCICIOS DE CABEZA
Flexión de cabeza alternativa adelante y atrás
Siéntese en un silla con respaldo recto. Incline la cabeza hacia atrás (mire hacia arriba). Hágalo despacio; no eche la cabeza repentinamente hacia atrás. Los hombros siempre deben estar bajos y relajados. Incline la cabeza hacia adelante (mirando hacia abajo).

Flexión lateral de cabeza alternativa
Siéntese en un silla con respaldo recto. Incline la cabeza de manera que la oreja llegue al hombro, primero de un lado y después del otro. El movimiento es continuo y no deben elevarse los hombros, lo cual es un defecto frecuente

Giros de cabeza alternativos
Siéntese en una silla con respaldo recto. Mantenga la vista al frente y la cabeza a izquierda y derecha intentando mirar por encima de cada hombre. Los hombros deben estar bajos y relajados y la barbilla se debe mantener en el mismo plano horizontal

EJERCICIOS DE HOMBROS Y BRAZOS
Flexión de los hombros
Acuéstese de espaldas, brazos estirados a los lados, con las palmas de la mano hacia abajo. Levante un brazo sobre la cabeza manteniendo el codo y el antebrazo rectos. Mientras está en esta posición, respire profundamente y expire una vez en forma rítmica. Baje el brazo a la posición original como comenzó y repita 2-3 veces. Repita el ejercicio con el otro brazo
Flexión lateral de los hombros
Acuéstese de espalda con los brazos a los lados. Gire las palmas hacia arriba. Estire un brazo al lado recto y levántelo recto hacia afuera hasta que llegue al lado de su cabeza
Vuelva el brazo a la posición original y repita 2-3 veces. Repita con el otro brazo.
Giros de los hombros
Acuéstese de espalda con un brazo estirado al lado y su codo doblado a 90 grados. Gire la palma hacia abajo. Levante el antebrazo en forma de arco hasta que la mano toque la cama del otro lado.
Suavemente vuelva a la posición en que empezó, palma tocando la cama. Repita 2-3 veces. Repita este ejercicio con el otro brazo.
Ejercicios de hombros en sucesión
Primero: Empiece recostado con los brazos al lado, a la orilla de la cama. Mueva el brazo sobre la cabeza
Segundo: Vuelva el brazo a la primera posición (brazo recto).
Tercero: Con el brazo a la altura del hombro, levante el brazo recto hacia el techo, levantando el hombro.
Cuarto: Eche el brazo y hombro hacia atrás hasta que el hombro quede plano sobre la cama.
Quinto: Mueva el brazo hacia afuera hasta sobre pasar la cabeza.
Sexto: Vuelva el brazo a la posición inicial (brazo recto).
Séptimo: Con el brazo extendido recto al nivel del hombro, mueva el brazo lo más posible hacia el suelo. Vuelva el brazo a la posición como comenzó.
Octavo: Extienda el brazo recto al nivel del hombro. Lleve el brazo sobre el cuerpo hacia el hombro opuesto, hasta que se levante el hombro del brazo. Vuelva a la posición inicial, con los dos brazos rectos. Repita todos las pasos anteriores con el otro brazo.

EJERCICIOS DEL CODO Y DE BRAZO
Flexión del brazo
Acuéstese en la cama o sobre una colchoneta, brazos al lado, palmas hacia arriba. Manteniendo el codo sobre la cama o colchoneta, lleve la mano hacia el hombro lo más que pueda. Sostenga esta posición. Vuelva a la posición original. Repita 3 veces para cada lado.
Giro del brazo
Acuéstese de espalda con los brazos al lado, las palmas hacia el costado. O siéntese en una mesa con el antebrazo sobre la mesa. Levante el antebrazo recto. Si está recostado, mantenga el codo y el brazo superior tocando la cama. Suavemente gire la mano, la palma hacia su cara, luego la palma hacia afuera. Repita 2-3 veces. Repita el ejercicio con el otro brazo.
Rotación del brazo
Posición Inicial: Acuéstese de espalda con un brazo estirado al lado y su codo doblado a 90 grados. Gire la palma hacia abajo. Levante el antebrazo en forma de arco hasta que la mano toque la cama del otro lado. Suavemente vuelva a la posición en que empezó, palma tocando la cama. Repita 2-3 veces. Repita este ejercicio con el otro brazo
Giro del antebrazo
Posición Inicial: Acuéstese de espalda con los brazos al lado, las palmas hacia el costado. O siéntese en una mesa con el antebrazo sobre la mesa. Levante el antebrazo recto. Si está recostado, mantenga el codo y el brazo superior tocando la cama. Suavemente gire la mano, la palma hacia su cara, luego la palma hacia afuera. Repita 2-3 veces. Repita el ejercicio con el otro brazo
Rotación de hombros
De pie o sentado en una silla. Mueva el brazo hacia atrás, manteniéndolo recto como si buscara algo en el bolsillo de atrás. Deje que el antebrazo cuelgue. Vuelva el brazo a la posición original. Repita 2-3 veces. Repita con el otro brazo


EJERCICIOS DE MANOS
Flexión-extensión de los dedos
Sentado o de pie, con el brazo semi-flexionado estire los dedos manteniendo el pulgar pegado a la mano. Cierre el puño
Flexión-extensión del pulgar
Sentado o de pie, con el brazo semi-flexionado, doble todo lo que pueda las articulaciones del pulgar. Manténgalo unos segundos en esta posición y extiéndalo todo lo que pueda
Separación de los dedos
Sentado o de pie, con el brazo semi-lexionado extienda todo lo que pueda los dedos de la mano manteniendólos unos segundos. Junte los dedos
Flexión del pulgar y del meñique
Primero: Con la palma hacia arriba, mueva el pulgar hacia arriba. Segundo: Doble el pulgar. Tercero: Mueva el pulgar hasta que toque el dedo meñique
Giro de la muñeca
Con la mano plana, manteniendo el brazo inmóvil, gire la mano hacia la izquierda, luego hacia la derecha. Puede ayudarse con el otro brazo para inmovilizar el primero
Flexión de la muñeca
Primero: Doble la muñeca de manera que la palma llegue hacia el antebrazo. Segundo: Enderece la muñeca a su posición neutral. Tercero: Doble la muñeca en la otra dirección para que la mano llegue hacia el antebrazo.
Flexión de los dedos
Primero: Empiece con el brazo y muñeca en una posición cómoda, los dedos apuntando hacia el techo. Segundo: Doble solamente los nudillos grandes de los dedos, haciendo una plano. Suba los dedos rectos. Trate de mantener la muñeca relajada



EJERCICIOS DEL TRONCO Y DE LA CADERA
Flexión de cadera
Posición Inicial: Siéntese en una silla o en el borde de la cama, con los pies tocando el suelo. Doble la cadera levantando la rodilla hacia el pecho. Mantenga ésta posición, luego vuelva a poner el pie en el suelo. Repita.
Extensión de la pierna
Enderece la rodilla levantando un pie. Vuelva a la posición con la rodilla doblada.
Flexión de la rodilla
En posición boca abajo, doble la rodilla. Vuelva a la posición original.
Giro de la pierna
Primero: acostado en posición supina, con las piernas estiradas, gire la pierna de manera que los dedos del pie apunten hacia el exterior. Segundo: Gire la pierna de manera que los dedos del pie apunten hacia la otra pierna.
Abertura de piernas
Con las piernas juntas y rectas, abra las piernas para que estén separadas y vuelva a la posición neutral. Alternativamente, puede mover hacia afuera una de las piernas y volver la primera posición.
Flexión-levantamiento de piernas
Doble una pierna, manteniendo el pie plano sobre la colchoneta. Suavemente levante la otra pierna a unas 25 a 30 pulgadas de la colchoneta sin doblar la rodilla. Baje la pierna despacio y repita.
(Nota: Si la parte inferior de la espalda es débil, coloque las manos, palmas hacia abajo, debajo de la región lumbar antes de levantar la pierna.)
Flexión de rodilla
Recostado sobre su espalda, levante una rodilla y presiónela sobre el pecho mientras mantiene la otra pierna recta sobre el suelo o la cama. Si este estiramiento es muy difícil, mantenga el muslo detrás de la rodilla con las dos manos. Si todavía le sigue siendo difícil, ponga una pierna plantada en el suelo y suavemente resbale el talón hacia los glúteos. Repita cada lado.
Giro del tronco
Recostado sobre su espalda con las rodillas dobladas y los pies plantados, baje las rodillas suavemente hacia un lado y luego hacia el tronco. La idea es estirar el tronco y la cadera, sin que las rodillas toquen el suelo o la cama.
Estiramiento del tronco
Estire una rodilla primero y luego la otra hacia el pecho para estirar la región lumbar. Después, baje un pie primero y luego el otro para evitar una torcedura de la espalda.


EJERCICIOS DEL TOBILLO Y DE LOS PIES
Flexión-extensión del pie
Primero: Doble el pie hacia arriba. Segundo: Doble el pie hacia abajo. Este ejercicio debe hacerse despacio. Si siente como si fuera a tener un espasmo, entonces repita el primer paso y mantenga la posición suavemente. Luego deje de hacer el ejercicio.
Giro de la pierna y tobillo
Primero: Mueva el pie con la planta hacia afuera. Segundo: Mueva el pie con la planta hacia adentro.
Flexión de los dedos del pie
Primero: Doble los dedos del pie hacia adentro.
Segundo: Extienda los dedos del pie hacia arriba y atrás los más que pueda.
Separar y juntar los dedos de los pies
Primero: Separe los dedos del pie.
Segundo: Junte los dedos del pie.
Ejercicios de los dedos de los pies
Para hacer ejercicio de los dedos del pie y del pie, coja un trapo del suelo con los dedos del pie y luego suéltalo



EQUILIBRIO Y COORDINACIÓN AL SENTARSE
Elevación de la pierna
Mantenga su equilibrio mientras deja los brazos sobre las rodillas. Si es posible, levante una pierna, luego la otra. Si no, puede mover el talón del pie hacia adelante y hacia atrás sobre el suelo
Giros de los brazos
Con sus brazos a los lados y los codos doblados a 90 grados, doble la mano derecha con la palma hacia arriba. Doble la mano izquierda con la palma hacia abajo. Luego muévalas simultáneamente para que la palma de la mano derecha dé hacia abajo y la de la izquierda dé hacia arriba. Hágalo varias veces en sucesión rápida.
Movimientos de brazos
Empiece con las dos manos al medio del pecho. Levante un brazo hacia arriba y hacia adelante mientras simultáneamente estira el otro brazo hacia atrás. despues vuelva a la posición original y repita el ejercicio en la otra dirección. Trate de repetir los dos movimientos 5 veces





ESPASTICIDAD
La espasticidad se define como una tensión fuerte o rigidez de los músculos debido a un creciente tono muscular que empeora cuando los músculos súbitamente se estiran o se mueven. Sin embargo, el ejercicio bien hecho, es esencial para poder manejar bien la espasticidad.


ESPASTICIDAD DEL FLEXOR
La espasticidad del flexor es muy común en las personas con Esclerosis Múltiple. Las caderas y las rodillas se mantienen doblados con las caderas hacia adentro. Es menos común que las caderas y las rodillas estén hacia afuera. Las rodillas están flexionadas y los pies suelen estar apuntando hacia abajo.
ESPASTICIDAD DEL EXTENSOR
La espasticidad del Extensor es menos común. La cadera y las rodillas se mantienen estiradas con las piernas bien juntas o cruzadas con un pie apuntando hacia abajo

miércoles, 11 de febrero de 2009

Escoliosis en fisioterapia

La escoliosis es la alteración de la columna vertebral caracterizada por una desviación o curvatura anormal en el sentido lateral, en una vista anterior o posterior de la columna.
ClasificaciónLa escoliosis se clasifica en tres grandes grupos dependiendo de la causa:
• Escoliosis neuromuscular: debido a alteraciones primarias neurológicas o musculares, que causan pérdida de control del tronco por debilidad o parálisis.
• Escoliosis congénita: causada por malformaciones vertebrales de nacimiento.
• Escoliosis idiopática: constituyen más del 80% de todas las escoliosis y su causa es desconocida. Según la edad en que es diagnosticada, se divide en tres tipos:
o Escoliosis idiopática infantil: desde el nacimiento hasta los 2 años y 11 meses de edad.
o Escoliosis idiopática juvenil: entre los 3 y los 9 años.
o Escoliosis idiopática del adolescente: entre los 10 años y la madurez esquelética. Es más frecuente en niñas en una proporción 7:1.
Factores de Riesgo
• Edad: infantil, desde las 4-6 semanas de gestación a los 3 años; Juvenil, desde los 4 hasta los 10 años de edad; adolescente de los 11 a los 17 años.
• Miembros de la familia que hayan tenido escoliosis, ya que es una enfermedad hereditaria.
• Pubertad tardía y menarquia tardía en las niñas.
Síntomas
• Hombros disparejos.
• Clavículas, costillas u omóplatos prominentes (en el caso de los omóplatos, uno más que el otro).
• Cintura dispareja.
• Caderas elevadas.
• Inclinación hacia un costado. A consecuencia, la cabeza NO está centrada con la pelvis.
• Dolor crónico en la espalda (generalmente si se deja sin tratar durante varios años, aunque son pocos).
• Contracturas musculares.
• Dolor al esforzarse ante un sobrepeso ya que aumenta la curvatura.
Diagnóstico
Interrogatorio médico sobre sus síntomas e historial clínico del paciente, y examen físico. El médico examinará lo siguiente para constatar la presencia de curvas o asimetrías:
• Espalda (Maniobra de Adams)
• Hombros
• Pecho
• Pelvis
• Piernas (existe la posibilidad de que el paciente tenga una pierna más larga que la otra)
• Pies
• Piel
Las personas afectadas de esta enfermedad pueden tener casos también de malformación de Arnold-Chiari sicnifico, una anomalía congénita del cerebro.
El diagnostico de las piernas es operable y no deben esperar a la edad de la adolescencia para operar.

miércoles, 4 de febrero de 2009

!para todos!


Correr y saltar durante la niñez es más que un juego de niños; proporciona ventajas duraderas para la salud ósea y parece reducir el riesgo de fracturas en las etapas posteriores de la vida,

Diez buenas razones para estirar


1- Previene lesiones.

2-Incrementa la flexibilidad de los músculos y los tendones.

3-Aumenta la resistencia.

4-Mejora el rango de movilidad.

5-Estimula el sueño.

6-Alivia el dolor muscular.

7-Aumenta la sensación de bienestar.

8-Disminuye las molestias o dolores de espalda.

9-Mejora la circulación.

10-Ayuda a la recuperación post-ejercicio.

El mejor momento para estirar es cuando los músculos aún están calientes, ya sea después del ejercicio o luego de una actividad de calentamiento. Los estiramientos sirven para distender y hacer más flexibles los músculos.

Por lo general, las lesiones pueden producirse cuando se estiran músculos que están fríos o no lo suficientemente calientes. Y recuerda: cada uno de los movimientos de estiramiento deberían sostenerse, por lo menos, durante 20 segundos.

!Sin stress!


Se asegura que los masajes con chocolate quitan la tensión, el cansancio y la debilidad, e hidratan, suavizan y tonifican la piel